viernes, junio 22, 2007

La fotografia...


Pues sí, me ha vuelto a picar el gusanillo de la fotografía. Como un antiguo amor, nunca se va del todo, basta tropezarte con un fotógrafo/a apasionado/a, ver en la tienda la cámara de tus sueños (sí, soy del tipo chatarrero) y ya está ahí. Empiezas a comprar libros de fotografía, sacas la cámara hasta para ir a por el pan, revisas tus viejas diapos a ver si se te ha pasado alguna "obra maestra" (que todavía no la he encontrado, pero cuando la encuentre...).


El caso es que me he tropezado con un antiguo romance fotográfico-ferretero. Una Hasselblad de segunda mano que, en cuanto entré en la tienda, me guiñó el ojo. Y, bueno, está reservada, esperando a que mis clientes me ingresen pasta y podamos reunirnos.


Ya, ya sé lo que pensáis: "Este es uno de ésos que acumula cámaras y luego no las usa". Y es cierto en parte. Hago muchas menos fotos de las que debería hacer, de las que me debo a mí mismo. Pero esta vez hay un matiz, creo yo. Después de algunos años arrastrado por la tecnología digital, como casi todos, se me ha ocurrido pensar que, tal vez, el hecho de que una foto tradicional cueste dinero hace de ello un esfuerzo y un premio a la vez. Me refiero a que las fotos digitales son gratis: Disparas y ya está. Con una cámara de fotos tradicional te tienes que ganar la foto. Tienes que mirar, volver a mirar, y si no te gusta, no la haces "por que sí".


En fin, ya os contaré qué proyecto tengo para estrenarla...

No hay comentarios: